sa filla de na bugadera

lunes, 25 de julio de 2011

SOLEDAD PEZA

LA LAVANDERA DE MANUEL ACUÑA

Pasó por la vida del poeta otra mujer nunca mencionada
por nombre en sus obras. Al parecer, ella no fue ni
una pasión ni un adecuado tema lírico, aunque ella si
sintió un cariño profundo o, a lo menos, respeto y devoción.
Una lavandera que frecuentó la Escuela, siempre llevando su
canasto de ropa lavada o por lavar, se llamó Soledad y Peza
dice que no sabia porque Manuel la decía Celi: "Acuña en
sus ideales, en su amor lírico, no fijó nunca sus ojos en
los negros y brillantes de Celi, que la miraba con tenura y
respeto .
Varias crónicas se han escrito refiriendo a un hijo
de Manuel y Celi. Dos aparecieron en El Heraldo del Norte.
Xavier Serondo afirmó que conoció a la dicha lavandera,
llamada Celedonia, " ... lo que daría la clave que no encontró
Peza, de porque Acuña la llamaba Celi". También
declaro que "el chiquillo había muerto por los días en que
escribió Acuña 'Nocturno"
'". Xavier Pardo escribió:
"Se sabe que el mismo día en que le enterraron [a Acuña) , enterraron
a su hijo. Su primer y único hijo. La mujer en
quien lo tuvo, lavandera por entonces, le sobrevivió muchos
años.
Tratando de verificar estas citas. Castillo
Nájera descubrió que los autores ni recordaban donde consiguieron
sus datos ni conocían a la dicha mujer. Así, otra
vez se encuentran ficciones en estas crónicas del hijo de
Celi y Manuel.

Otra narración de Peza relata que después de la
muerte del poeta, Soledad costeó un monumento de piedra con
una cruz gótica de hierro y con el nombre del poeta en
letras de oro cosa que a ninguno de sus amigos le había
ocurrido.

No hay comentarios:

Publicar un comentario